La historia de una de las bandas más peligrosas de Puebla


Daniel Hernández 

La Procuraduría General de Justicia tiene detenido a un sujeto que podría llevarlos al esclarecimiento de homicidios cometidos durante atracos a casas habitación, con otros integrantes dedicados al mismo delito y conocer a los uniformados que les brindaron protección para cometer los ilícitos.
El 20 de mayo pasado fue detenido Roberto Sola González “Beto o Betìn”  junto con dos cómplices identificados como José Ángel Zambrano Arcos y Marco Antonio Muñoz Camargo mientras robaban una zapatería en   el centro de la ciudad.
Minutos antes habían entrado al domicilio del propietario, en la colonia San Manuel, después de robar le exigieron las llaves de su negocio para también asaltarlo.
Sola González portaba una credencial de elector falsa que consiguió en el distrito federal a nombre deAlejandro Morales Ramírez y es que sabía que las autoridades lo vinculan, al menos, con otras 12 averiguaciones previas por robo y dos más por homicidio.
El historial delictivo a sus 25 años es largo, el apodo de “Beto” o “Betìn” surgió en las investigaciones de la Policía Estatal luego del homicidio de las hermanas Astrain Lizaola cometido en su casa  en la colonia La Paz cometido en septiembre de 2011.
Aunque no era facultad de la Policía Estatal, en ese entonces a cargo de Ardelio Vargas Fosado, decidieron esclarecer el crimen, un soplón les dijo que el homicida era del barrio de la 22 Poniente y le apodaban “Beto” o “Betin”
Sin investigación de por medio vincularon a otras dos personas del mismo barrio y a un transportistas, que a consecuencia de las irregularidades demostraron que inocencia y después de un arraigo de 30 quedaron libres, uno de ellos actualmente recluido en el CERESO de San Miguel por el homicidio de un travesti en el barrio de San Miguel.
Los uniformados torturaron a los detenidos para que entregarán a “Beto” incluso el transportista fue detenido porque tenía el mismo apodo y su número de teléfono fue encontrado en el celular de uno de los detenidos, aunque nada tenía que ver con el crimen.
En diciembre de 2011, tres meses después del homicidio, policías estatales detuvieron a  Roberto Sola González, junto a otras siete personas, dos si eran sus cómplices, los demás eran familiares y amigos que nada tenían que ver con los homicidios y aunque hubo denuncias por las detenciones ilegales estas no prosperaron.
Tras su detención la Secretaría de Seguridad Pública difundió un video  en la red social You Tube (https://www.youtube.com/watch?v=BIWN8w576bE)  en el que el detenido narró algunos asaltos en los que había participado obteniendo miles de pesos en cada uno.

A pesar de la confesión y de que había órdenes de aprehensión en su contra, los policías estatales no dieron parte a las autoridades locales y fue puesto a disposición de autoridades federales por delitos ligados al narcomenudeo y delincuencia organizada, según informó la delegación de PGR por medio de un boletín de esa fecha.
Tras su consignación las acusaciones de la policía estatal se desvanecieron por ser ilegales y falsas y todos lo detenidos quedaron en libertad y como las autoridades del fuero común no tuvieron conocimiento no se ejecutaron las ordenes de aprehensión que Sola Gonzáles tenía pendientes.
Algunos procesos lo arrastra desde el 2010, por el delito de robo calificado, homicidio calificado, lesiones calificadas y chantaje en el juzgado séptimo penal dentro del proceso 337/2010.
Roberto Sola siguió operando y su nombres nuevamente salió en las investigaciones tras a detención de una extensa banda dedicada al robo fundada en el barrio de la “22”.
“Beto”  era uno de los cómplices de Víctor Hugo Carrasco Espinoza, El Gato, detenido en enero de 2012 en la colonia México 68, era uno de los más buscados por La PGR por la violencia con la que cometía los atracos.
Durante su detención Ardelio Vargas señaló que en organigrama criminal había otros sujetos identificados Jose Arellano Calderón El Tío o El Gordo, Jose Alfredo López Flores El Negro, Leobardo Boghar Soriano Pérez,, El Balo,  uno más identificado como El Chava que faltaban por aprehender.
El Balo fue asesinado en 2013 en Puerto Vallarta presuntamente en un ajuste cuentas entre bandas rivales.
La organización siguió operando y en marzo del 2014 fueron detenidos Jorge Arturo Gil Ramos, Filomeno Silva, José Luis Gómez Reyna, Arturo Aguilar Rodríguez, Carlos Juárez Contreras, Julio César Álvarez Arana, Iván Hernández Chaltell, "El Odre", Marco Antonio Durán Hernández, Daniel Velázquez Corona, la mayoría con antecedentes penales y vinculados a siet plagios  y tres homicidios.
Fueron detenidos tras el asesinato de un vendedor de automóviles a quien pretendían secuestrar en su negocio ubicado en la carretera Federal Puebla-Tlaxcala.
De acuerdo con fuentes policíacas la banda es grande y quedan integrantes por detener incluso los vinculan con actividades delictivas en el Estado de Mèxico.

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